Desbordamiento del Cauca inundó barrios del oriente, e impidió el suministro de agua en la ciudad.
Malo si falta agua, malo si hay mucha. Esta es la paradoja que viven los habitantes de la capital del Valle, donde, por cuenta del río Cauca, han tenido que soportar cortes en el suministro de este líquido potable.
Les sucedió el martes pasado, cuando las 600 toneladas de lodo que bajaban cada hora por el cauce del río obligaron a parar un día entero la planta de tratamiento de Puerto Mallarino: 1,6 millones de caleños se quedaron sin poder recoger agua de sus grifos.
Pero el problema no está representado solo en el río Cauca, sino en varios de sus afluentes. Los desechos que causaron la suspensión del líquido venían principalmente del río Palo, que nace en el norte del departamento del Cauca. Y cuando no es el Palo, son los ríos Desbaratado y Güengüé.
Pero no solo Cali es vulnerable a los estragos que puede causar el Cauca. Juanchito y una zona de Aguablanca se inundaron también por el desbordamiento del este río.
Todos ponen
La crisis del suministro de agua potable revivió la advertencia hecha en un documento Conpes hace dos años, para que los caleños no sean tan 'caucadependientes'.
Aplicar ese documento, sin embargo, implica desembolsar 1,6 billones de pesos.
El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, rechaza que la solución se la carguen solo a su ciudad. "Debe ser una solución que incorpore a los sectores privado y público, a la nación y a la región", pide.
El Conpes contempla que Cali aporte $ 938.977 millones; Valle, $ 582.266 millones y Cauca, $ 236.364 millones.
"Nos tiene que ayudar el gobierno nacional, que nos delega cada vez más pero no nos aumenta los recursos. La esperanza es el incremento de las regalías", dice el gobernador del Cauca, Guillermo Alberto González.
El Conpes contempla construir colectores e interceptores en Cali para llevar la mayor cantidad posible de aguas residuales hasta la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Cañaveralejo; y construir más PTAR en los municipios vallecaucanos de Jamundí, Palmira, Yumbo, Florida, Pradera, Candelaria, Buga y Tuluá. Asimismo, plantea recuperar los ríos Palo, Desbaratado y Güengüé.
"Todo vuelve al tema del narcotráfico. Ellos deforestan en la montaña, en las zonas ribereñas del sur del Valle y el norte del Cauca para cultivos ilícitos", dice Ospina.
Con él coincide González, quien señala que "por la deforestación hay que culpar a la guerrilla y a los paramilitares, que se han unido en torno a los cultivos ilícitos".
Mientras llegan soluciones definitivas, la capital del Valle tendrá que seguir viendo cómo un aguacero puede ser el anuncio de una "sequía".
Se necesitan más fuentes
Empresas Municipales buscan alternativas
Las Empresas Municipales de Cali y la Administración Municipal dicen que es preciso buscar abastecerse de agua desde fuentes menos costosas en su tratamiento. El alcalde Ospina asegura que hay que aprovechar el agua de Los Farallones. Otra alternativa es drenar el agua de la cordillera Occidental hacia el Valle y no hacia el Pacífico.
La gerente de Emcali, Íngrid Ospina, dice que antes de finalizar este año estará listo el estudio de factibilidad para la construcción del embalse del río Cali, que garantizará agua hasta el 2050, y que se recurriría a los ríos Felidia y Pichindé.
Desde el diseño hasta su ejecución pasarían unos cinco años y medio. Su costo se estima en unos 300 millones de dólares.
'Los ríos continúan acumulando caudal'
El director del Ideam, Ricardo Lozano Picón, advirtió que el volumen de lluvias de esta nueva temporada invernal, aunque no será igual que el de la anterior, pone en riesgo las zonas que ya habían sentido el rigor de la emergencia pasada porque, literalmente, está lloviendo sobre mojado.
¿Estamos viviendo un invierno similar al del año pasado?
Esta primera temporada de lluvias en Colombia coincide con el segundo impacto del fenómeno de 'La Niña' y, adicionalmente, el volumen de las precipitaciones en varias partes del país está por encima de los promedios.
Hasta ahora comenzaron las lluvias, pero el riesgo es alto porque la mayor parte del territorio está anegada desde el año pasado. Los terrenos no se alcanzaron a secar, el agua de las laderas y rocas no se filtró y los ríos, como el Cauca, que quedaron en niveles altos, acumularon grandes cantidades de sedimento que no permite transportar su caudal, por eso es importante vigilar los diques.
¿Cuándo acabará 'La Niña'?
Terminará a mediados de mayo y, aunque estamos monitoreando su comportamiento, no podemos predecir qué va a pasar el próximo semestre.
¿Cuáles son las recomendaciones para los viajeros de Semana Santa?
Lo primero es evitar los paseos de olla al río y no tomar carretera ni en la tarde ni en la noche, porque son las horas en las que más va a llover durante los próximos días.
Ibagué también sufre
El martes pasado, el río Combeima, que abastece de agua a Ibagué, con 1.600 litros de agua por segundo, presentó un altísimo nivel de turbiedad que superó las 85.000 unidades, hecho que obligó a cerrar la bocatoma y a sacar de servicio la planta de tratamiento, una situación que se presenta cada vez que hay un invierno como el actual.
La cuenca del Combeima está afectada por la deforestación, la cría de animales y la agricultura, y sus principales afluentes, que la abastecen de agua, también son la causa del problema, pues con cada creciente arrastran árboles y bloques de montaña que van a parar al río madre, convirtiendo sus aguas cristalinas en verdaderas corrientes de lodo.
Para solucionar el problema, el municipio tiene proyectada, entre otras, la construcción de una captación alterna, a un costo de 16.000 millones de pesos; el proyecto está radicado en el plan nacional de emergencias y ante el Minambiente.
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