NUEVA YORK.- El Buró Federal de Investigaciones (FBI) colocó ayer en su lista de los criminales más buscados a la dominicana Amparo Altagracia Montás Hernández, de 51 años, a quien junto a su hijo Eddy Vázquez se le acusa de dedicarse a promover y lucrarse de la prostitución y traficar con inmigrantes ilegales en el Sur de La Florida.
Los federales reactivaron la búsqueda de Almonte debido a que desde 2005 ella y su hijo escaparon de la justicia luego de haber sido acusados por un jurado en Fort Myers (Florida) el 17 de agosto de ese mismo año.
Montás era propietaria de un salón de belleza, negocio que según los fiscales utilizaba como “tape” para encubrir sus actividades criminales y era ayudada por su hijo. Mujeres de diferentes países de América Latina fueron reclutadas por la dominicana y ubicadas en numerosos prostíbulos, luego que fueran engañadas con ofertas de “empleos”, dice el FBI.
Almonte, que también usa los sobrenombres de Iris Hernández, Iris Montas, Amparo Hernández, Amparo Montás, Ercilia Martínez, Amparo Mantis, Montás Amparo, Iris Cáceres, Amparo A. Montás e “Iris”, pagaba deudas que las mujeres reclutadas tenían con “coyotes” (traficantes de personas) y se las cobraba, forzándolas a prostituirse.
Su hijo está acusado además de haber manejado las operaciones de su madre en los burdeles y era el recaudador y administrador del dinero que cobraban a los clientes de las meretrices.
Ambos fueron puestos en libertad bajo fianza y se comprometieron a someterse a las condiciones de ésta, que incluían chequearse con un oficial de la Junta de Libertad Bajo Palabra (Parole), pero en vez de eso no volvieron a presentarse ni regresaron a la Corte Federal para el comienzo de un juicio, convirtiéndose en prófugos.
Los federales reactivaron la búsqueda de Almonte debido a que desde 2005 ella y su hijo escaparon de la justicia luego de haber sido acusados por un jurado en Fort Myers (Florida) el 17 de agosto de ese mismo año.
Montás era propietaria de un salón de belleza, negocio que según los fiscales utilizaba como “tape” para encubrir sus actividades criminales y era ayudada por su hijo. Mujeres de diferentes países de América Latina fueron reclutadas por la dominicana y ubicadas en numerosos prostíbulos, luego que fueran engañadas con ofertas de “empleos”, dice el FBI.
Almonte, que también usa los sobrenombres de Iris Hernández, Iris Montas, Amparo Hernández, Amparo Montás, Ercilia Martínez, Amparo Mantis, Montás Amparo, Iris Cáceres, Amparo A. Montás e “Iris”, pagaba deudas que las mujeres reclutadas tenían con “coyotes” (traficantes de personas) y se las cobraba, forzándolas a prostituirse.
Su hijo está acusado además de haber manejado las operaciones de su madre en los burdeles y era el recaudador y administrador del dinero que cobraban a los clientes de las meretrices.
Ambos fueron puestos en libertad bajo fianza y se comprometieron a someterse a las condiciones de ésta, que incluían chequearse con un oficial de la Junta de Libertad Bajo Palabra (Parole), pero en vez de eso no volvieron a presentarse ni regresaron a la Corte Federal para el comienzo de un juicio, convirtiéndose en prófugos.
