Carol Schnuphase, de 47 años, administraba fármacos a base de opio en alimentos para dárselos a su hijo y éste pareciera enfermo, además le cortaba el pelo y le afeitaba hasta las cejas para hacer creer a las personas que su hijo estaba muriendo de leucemia.
Los investigadores dijeron que Schnuphase fue tan convincente que recibió unos 7.500 dólares de asociaciones religiosas, hasta que su hermana descubrió el engaño.
“Su comportamiento es reprensible, señora. Decirle a un niño vulnerable e indefenso que está muriendo de cáncer para su propio lucro va más allá de la capacidad de comprensión”, dijo el juez Richard Caretti del Condado Macomb.
Por su puesto, la señora no admitió su culpabilidad, aunque el juez pudo condenarla y sentenciarla a un año de prisión. Los familiares criticaron la sentencia, pues creyeron que merecía unos cinco años de prisión.
El jovencito no tiene cáncer, sólo pasaba por un periodo de abstinencia de drogas. Además fue dado en adopción.
El abogado de la madre argumentó que Schnuphase se comportó indebidamente porque estaba “desesperada” después de la muerte súbita de su esposo y la reciente pérdida de su empleo.
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