Se desconoce el estado de los trabajadores tras la explosión en mina de carbón en el norte del país.
El presidente Felipe Calderón prometió hoy hacer "todo lo posible" para lograr el rescate de los catorce trabajadores que quedaron atrapados en una mina de carbón en el norteño estado de Coahuila tras una fuerte explosión.
Durante una gira por el central Estado de México, el mandatario dijo que estarán "muy atentos" a la evolución de la situación surgida en el ejido Sabinas, del municipio del mismo nombre, y "prestando todo el apoyo posible" para auxiliar a las víctimas y a sus familias.
El secretario del Trabajo de México, Javier Lozano, voló este martes al estado de Coahuila para conocer de primera mano la situación que padecen los catorce mineros atrapados.
Por el momento se desconoce si están vivos o muertos los trabajadores de la empresa Binsa, cuyo rescate aún no ha comenzado por los altos niveles de metano que hay en la zona.
Un portavoz del ministerio de Trabajo explicó que Lozano "va a permanecer allí y tomar información de lo que ha sucedido esta mañana" en el pozo de carbón afectado por la explosión.
En tanto, el alcalde de Sabinas, Jesús María Montemayor Garza, precisó que el grupo está localizado a unos 60 metros de la entrada de una explotación ubicada a unos 4 kilómetros de la cabecera municipal.
"Son catorce mineros atrapados más una persona lesionada", precisó el alcalde en declaraciones a la emisora Radio Fórmula.
Previamente se había informado de trece trabajadores atrapados. Montemayor explicó que la zona del siniestro es una explotación de carbón, donde a las 7.00 hora local (12.00 GMT) de hoy se registró "una detonación muy fuerte", que causó la situación crítica que se está viviendo.
"No es un desarrollo minero, sino un tiro vertical con una plancha y luego tiene pequeños túneles de donde se va extrayendo el carbón", añadió.
En la región se conoce a estos lugares como "pocitos" y, "a diferencia de una mina", están en "una situación más compleja" por sus escasas medidas de seguridad.
"Son muchos los desarrollos mineros. Tengo entendido que son alrededor de dos o tres inspectores para la región. Siempre lo hemos comentado, que se nos hace poco personal para el alto riesgo o el grado que tienen de riesgo nuestros desarrollos", sostuvo el alcalde.
Hasta el momento no hay contacto con el grupo: "Lo que se ha logrado meter al pozo son los medidores de gases, de monóxido de carbono, de gas metano", apuntó.
Montemayor Garza explicó que "no se ha podido entrar aún al rescate" en la zona donde se produjo una "fuerte" explosión debido a que la medición del gas metano está en nivel 4.
Apuntó que el nivel adecuado para poder tratar de rescatar al grupo debe estar en 1,5. Detalló que los cuerpos de rescate que trabajan en la zona accidentada pertenecen a empresas privadas, como el Grupo Acerero del Norte, que se están coordinando con la dirección de Protección Civil del estado de Coahuila.
Además de los cuerpos de Protección Civil, hay personal militar desplegado, funcionarios del estado y, en pocas horas, los de la Secretaría del Trabajo, responsable de las inspecciones en la zona.
La región es la misma donde el 19 de febrero de 2006 sucedió el peor accidente minero reciente, en la mina Pasta de Conchos, donde murieron atrapados alrededor de 65 trabajadores.
Desde entonces, familiares de los fallecidos, con el apoyo del obispo de Saltillo, Raúl Vera, han denunciado que en la mina había precarias condiciones de seguridad y han exigido, sin éxito, la recuperación de los cadáveres.
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