Tenía sólo 18 años cuando a Amal al-Sadah le acordaron su matrimonio con el terrorista más buscado de EEUU. "Una amable, confiada y tranquila esposa" que acompañó a Osama Bin Laden hasta su último aliento -terminó recibiendo un disparo en una pierna- y que provino de una familia conservadora yemen.
Según una exclusiva de la CNN, que ha conseguido hablar con uno de sus familias, explica que la familia nunca tuvo ningún tipo de conexión de Al Qaeda antes de que el matrimonio quedara arreglado.
Gracias a un casamentero se convirtió en la quinta esposa del líder de la red terrorista. "Ella era una persona muy buena", dijo Ahmed, pariente de la familia. "La familia Sadah es una gran familia de Ibb. Es como la mayoría de las familias yemeníes. Conservadores, pero también vivían una vida moderna en comparación con otras familias", añade.
"La familia es una familia muy respetada y conocida. Nunca dieron muestras de tener una ideología extremista, a pesar de que provenían de un ambiente conservador", dijo Ahmed, en referencia a los padres al-Sadah y sus hermanos.
No se sabe muy bien cómo se conocieron o quién organizó su matrimonio, teniendo en cuenta que Bin Laden permanecía oculto en Pakistán. Un miembro de Al Qaeda en Yemen, llamado el Jeque Rashid Mohammed Saeed Ismail dijo que él arregló el matrimonio, que él fue el "casamentero" y que al-Sadah fue una de sus estudiantes, a la describió como una mujer "suficientemente religiosa y piadosa".
Ismail, cuyo hermano pasó un tiempo en Guantánamo, acompañó a la joven novia hasta Afganistán en julio de 2000, donde ella y Bin Laden se casaron después de que entregara a la familia de la joven una dote de 5.000 dólares.
El matrimonio fue al parecer una alianza política para reforzar el apoyo de Bin Laden a la tierra de sus antepasados. "Sólo un número reducido de personas sabía del matrimonio", cuenta Ahmed.
La unión dio sus frutos inmediatamente, y poco después de los atentados del 11-S en los que murieron 3.000 personas al-Sadah y Bin Laden tuvieron su primera hija en Kandahar, ex bastión talibán en Afganistán.
Ahora al-Sadah, la mujer que acompañó a Bin Laden hasta el final, es quien más secretos está revelando sobre la vida privada del terrorista. Probablemente sea la persona que mejor conoció a Bin Laden, ya que estuvo con él los cinco años que paso encerrado en la fortaleza que el lunes pasado se convirtió en su tumba.
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