viernes, 21 de enero de 2011

Baby Doc sale de hotel en Haití y va a residencia privada

PUERTO PRINCIPE (AP) — El ex dictador Jean Claude Duvalier salió el jueves de su hotel y fue trasladado a una residencia privada en una montaña cercana a esta capital, lo que representó un nuevo giro en su sorpresivo regreso al país del que fue derrocado como líder hace casi un cuarto de siglo.

"Baby Doc" Duvalier, quien enfrenta una investigación judicial en Haití, tenía previsto salir del país el jueves por la mañana en avión, junto con su comitiva. Pero a medida que avanzó el día, quedó claro que el alguna vez nombrado "presidente vitalicio", quien tiene 59 años y muestra algunos rastros de enfermedad, no viajaría.

Los motivos de su prolongada estadía siguen siendo tan poco claros como el motivo que tuvo para volver. Pero asesores y confidentes mencionan dos causas principales: la falta de un pasaporte vigente y la investigación actual de una corte, donde se le acusa de corrupción y abusos a los derechos humanos durante su régimen.

Cuando el vuelo en el que había reservado un pasaje despegó, Duvalier estaba todavía en el hotel en Petionville, donde se había hospedado en una habitación austera. Después de almorzar en un restaurante al aire libre, su novia, Veronique Roy, caminó hacia un automóvil que la esperaba frente a la puerta principal del hotel, atrayendo a todos los reporteros.

Mientras, Duvalier fue escoltado a un vehículo distinto, detrás del complejo. De ahí, "Baby Doc" se dirigió a la residencia privada.

Cuando apenas se adaptan al retorno repentino del ex dictador, los haitianos podrían pronto tener otro ex presidente de regreso: el derrocado Jean-Bertrand Aristide, quien reiteró que está listo para dar fin a su exilio en Sudáfrica.

Aristide reiteró en una carta que está listo a poner fin sus años en el exilio en Africa y regresar a Haití "hoy, mañana, en cualquier momento".

"En lo que a mí respecta, estoy listo", dijo Aristide en un correo electrónico que distribuyeron sus simpatizantes. "El propósito es muy claro: contribuir a servir a mis hermanas y hermanos haitianos como un ciudadano común en el campo de la educación".

Aristide fue derrocado en 2004, cuando dejó Haití a bordo de un avión estadounidense mientras un pequeño grupo de rebeldes se acercaba a la capital.

Su regreso ha sido la principal exigencia de sus seguidores del partido Fanmi Lavalas, al que funcionarios electorales impidieron participar en las polémicas elecciones del 28 de noviembre. Aunque el partido ha perdido influencia, Aristide sigue siendo popular.

Aristide es dos años más joven que Duvalier, el ex dictador de 59 años al que se opuso cuando era un sacerdote católico en la barriada de La Saline. Los dos representan las principales vertientes de la política haitiana del último medio siglo: el autoritarismo brutal que gobernó a favor de una elite pequeña y el populismo carismático criticado por sus rivales como demagogo.

Según gente cercana a Duvalier, los dos no se conocen. Su presencia simultánea en Haití podría causar que estallen las tensiones acumuladas.

Aristide no apoya a ningún candidato en el actual proceso político y ha dicho que no buscaría un cargo si regresa.

En su carta aseguró, en cambio, que su regreso es necesario para que pueda ayudar a sus compatriotas y para poder recibir atención médica luego de seis operaciones oculares en seis años de exilio.

"El dolor insoportable experimentado en el invierno debe ser evitado para poder reducir cualquier riesgo de futuras complicaciones y ceguera", dijo.

"Esperemos que los gobiernos haitiano y sudafricano se comuniquen para que esto suceda en los próximos días", agregó.

La vocera de Lavalas, Maryse Narcisse, que confirmó la autenticidad de la misiva, dijo que los simpatizantes del dirigente exiliado esperaban con ansias su regreso, una vez que reciba un nuevo pasaporte haitiano.

Las autoridades haitianas nunca respondieron a los pedidos de Aristide de un nuevo pasaporte, dijo Brian Concannon, director del Instituto Pro Aristide para la Justicia y Democracia en Haití.

El Departamento de Estado respondió a la carta a través de mensajes del vocero P.J. Crowley en la red social Twitter.

"Este es un período importante para Haití. Lo que necesita es calma, no acciones divisivas que distraen la atención de la tarea de formar un nuevo gobierno", escribió en uno de ellos.

"No dudamos del deseo del presidente Aristide de ayudar al pueblo de Haití", decía el otro. "Pero hoy Haití necesita concentrarse en su futuro, no en su pasado".


elcaribe

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