Los cadáveres de dos sacerdotes asesinados a balazos fueron hallados este jueves dentro de un automóvil, informaron portavoces policiales.
Los vecinos del lugar, el barrio Dindalito, localidad de Ciudad Kennedy, habían alertado previamente a la policía de que habían escuchado disparos en los alrededores, dijo el coronel José Baquero, responsable de la Policía Metropolitana en la zona.
Baquero indicó que los testimonios de vecinos indican que, tras los disparos, un hombre se bajó del auto y fue recogido por una motocicleta.
Los asesinados fueron identificados como Rafael Riátiga y Richard Laguado.
El padre Rafael Reatiga Rojas, de 35 años de edad, era párroco de la catedral Jesucristo Nuestra Esperanza, de Soacha (Cundinamarca), donde estaba asignado desde el 18 de junio del 2006. También se desempeñaba como ecónomo general de la diócesis de Soacha.
El director de la pastoral social de la diócesis de Soacha, padre Ricardo Martínez, aseguró que el sacerdote asesinado no había reportado amenazas, y el único incidente que enfrentó fue en el 2008, cuando fue víctima de un paseo millonario, en un sector del barrio Santa Isabel.
"Era una persona pacífica y conciliadora muy comprometido con la comunidad", precisó el padre Martínez.
El otro sacerdote asesinado, el padre Richard Armando Biffano, estaba asignado a la parroquia San Juan de la Cruz, en el barrio Grancolombiano de la localidad de Kennedy.
Jorge Barón, un vecino del barrio, explicó que el sacerdote, de unos 37 años de edad, estaba en esa parroquia desde hace tres años. Aseguró que nunca tuvo conflictos con ningún sector de la comunidad.
Baquero indicó que los testimonios de vecinos indican que, tras los disparos, un hombre se bajó del auto y fue recogido por una motocicleta.
Los asesinados fueron identificados como Rafael Riátiga y Richard Laguado.
El padre Rafael Reatiga Rojas, de 35 años de edad, era párroco de la catedral Jesucristo Nuestra Esperanza, de Soacha (Cundinamarca), donde estaba asignado desde el 18 de junio del 2006. También se desempeñaba como ecónomo general de la diócesis de Soacha.
El director de la pastoral social de la diócesis de Soacha, padre Ricardo Martínez, aseguró que el sacerdote asesinado no había reportado amenazas, y el único incidente que enfrentó fue en el 2008, cuando fue víctima de un paseo millonario, en un sector del barrio Santa Isabel.
"Era una persona pacífica y conciliadora muy comprometido con la comunidad", precisó el padre Martínez.
El otro sacerdote asesinado, el padre Richard Armando Biffano, estaba asignado a la parroquia San Juan de la Cruz, en el barrio Grancolombiano de la localidad de Kennedy.
Jorge Barón, un vecino del barrio, explicó que el sacerdote, de unos 37 años de edad, estaba en esa parroquia desde hace tres años. Aseguró que nunca tuvo conflictos con ningún sector de la comunidad.
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