El consejero delegado de Apple, Steve Jobs, dejará de nuevo temporalmente el día a día en la compañía por motivos de salud, esta vez sin fecha de vuelta: "A petición mía, el consejo de administración me ha concedido uun permiso médico para poder centrarme en mi salud. Seguiré como consejero delegado y participaré en las grandes decisiones estratégicas de la compañía", explica el propio Jobs en un correo electrónico enviado a sus empleados y hecho público por Apple, como ya sucedió con sus bajas por problemas de salud en 2004 y 2009.
Antes de tomar esta decisión, Jobs ha dejado nombrado a su sucesor temporal al frente de la compañía de la manzana: "He pedido a Tim Cook que se encargue de las operaciones del día a día. Tengo gran confianza en que Tim y el resto del equipo ejecutivo hará un gran trabajo llevando a cabo los excitantes planes que tenemos para 2011".
Cook, que ya estuvo al mando de Apple en las anteriores bajas de Jobs es actualmente el responsable de operaciones de Apple en todo el mundo, además de encabezar la división dedicada a los ordenadores Macintosh y jugar un papel clave en el desarrollo de alianzas con vendedores y proveedores a nivel mundial. Desde 1998 trabaja en la compañía de Steve Jobs -tras pasar por Compaq e IBM- y es uno de sus ejecutivos de confianza.
"Amo mucho a Apple y espero volver tan pronto como pueda. Mientras tanto, mi familia y yo agradeceríamos el respeto de nuestra privacidad", insiste Jobs en un correo electrónico que, una vez más, abre una gran incógnita en torno a su salud como ya sucedió en numerosas ocasiones en el pasado, prácticamente cada vez que Jobs aparece más pálido o delgado de lo habitual.
Dos graves enfermedades
De hecho, no es la primera ocasión en que Jobs tiene que abandonar temporalmente Apple por motivos de salud. Desde 1998, cuando regresó a la dirección de la compañía después de abandonarla en 1985, ha tenido que ceder su puesto en dos ocasiones. La primera, en 2004, a causa de un cáncer de páncreas que pudo vencer gracias a que era de un tipo poco común, sólo duró unos meses.
Desde entonces, las especulaciones sobre su estado de salud se han repetido cada vez que un acto público Jobs ha aparecido con peor aspecto de lo normal. Sin embargo, no fue hasta 2009 cuando tuvo otra complicación de salud que le alejó de la compañía. Se trató, en esta ocasión, de un desajuste hormonal que comunicó en enero del mismo año y que se prolongó seis meses, lo que tardó Jobs en recuperarse de un trasplante de hígado que, por ahora, había puesto fin a sus problemas.
Casualmente, la noticia sobre el fundador de Apple, de cuya salud siempre está muy pendiente la Bolsa, ha sido conocida en una jornada festiva para la estadounidense, cerrada en honor a la memoria de Martin Luther King. Sin embargo, en el mercado bursátil alemán, el Dax de Fráncfort, el anuncio de Steve Jobs ha castigado el valor de las acciones de la compañía con caídas superiores al 6%. En el Nasdaq, caen un 1,29%.
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